METALLICA estuvo a punto de desintegrarse en el 2003.

 El baterista de METALLICA, Lars Ulrich, le dijo al periodista de The Sun sobre la decisión de la banda de tomar un largo descanso después de completar una gira en apoyo del controvertido álbum "St. Anger". 

El álbum fue lanzado en junio de 2003, finalizando un período difícil en la historia del grupo, cuando el bajista Jason Newsted dejó el equipo, el líder James Hetfield se sometió a un largo curso de rehabilitación, y todo el grupo estuvo amenazadoramente cerca de la desintegración. "No se puede hacer que la gente adivine para siempre, y si intentas hacerlo, te ves estúpido, por lo que el deseo de alcanzar este misterio dejó de funcionar para nosotros durante bastante tiempo", dijo Lars. “Lo principal para nosotros es invitar a las personas y ser lo más accesibles posible para los fanáticos. Ese período de tiempo definitivamente no fue fácil para nosotros, y desde entonces hemos entendido dónde están nuestras fronteras y puntos débiles. Esta fue la última vez que tomamos un verdadero descanso: no abandonamos al grupo durante catorce años, pero luego desaparecimos durante casi todo un año. Y luego THE ROLLING STONES [en 2005] se contactó con nosotros y nos dijo: "Venga a tocar algunos shows en California con nosotros", y aceptamos porque no le diría que no a THE STONES, y el asunto se resolvió. Esto nos ayudó a empezar de nuevo. No importa si está en un equipo de oficina o en una compañía de hombres en un grupo de rock and roll, en algún momento la gente tiene que decidir cómo llevarse bien y trabajar en equipo. Si no te importa, entonces es mucho más fácil tomar y marchar, pero, afortunadamente, en METALLICA, nos alegramos tanto de nosotros mismos como de nuestros fanáticos como descubrir cómo interactuar para que todo funcione. Me alegra que hayamos aprendido eso ". La cruda y primitiva producción de "St. Anger", así como la falta de solos de guitarra y el inusual sonido, fueron aceptadas con frialdad por los fanáticos del grupo, que a menudo todavía se llaman su peor álbum, METALLICA.

Sin embargo, "St. Anger" ha vendido más de seis millones de copias, aunque la actitud negativa de los fans hacia el controvertido álbum no ha cambiado durante dieciséis años.

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