El fantasma del paraíso, es sin duda alguna una magnífica película donde encontramos muchos rasgos de historias similares como El fantasma de la ópera, Fausto, y El retrato de Dorian Gray, que van mezclados con una estética glam y una sátira hacía la industria musical. El fantasma del paraíso, nos propone una atrevida y fantastica “Opera Rock” que fue dirigida por un Brian de Palma pletórico en imaginación y energía. La banda sonora se vendió con facilidad pero la película no tuvo suerte en taquilla, produciéndose uno de esos casos en los que poco a poco, tras el desconcierto o la indiferencia inicial, fue conquistando espectadores, y se convirtió en un título de culto.
La historia fue ejecutada por Brian De Palma en colaboración con el músico, compositor y actor Paul Williams que además de autor de las canciones es quien interpreta al villano de la historia, "El fantasma del paraíso" se centra en dos personajes de comportamiento obsesivo vinculados por su deseo de fascinar al mundo con su obra, Winslow Leach, un apasionado cantautor que ansía crear una pieza magistral, y Swan, un ambicioso productor que busca crear el espectáculo musical definitivo. Es interesante el papel de ambos personas, Swan es un ser mezquino y diabólico, manipulador y sin escrúpulos, que ha encontrado una nueva presa a la que robará su talento: el ingenuo y poco agraciado Winslow, el antihéroe de una grotesca peripecia que se va enturbiando y desenfrenando en el correr de la historia.
El esbirro dueño de Death Records Swan, emocionado con la música de Winslow, encontró el sonido que buscaba para su espectáculo definitivo, “El paraíso”. Los dos personajes hacen un contrato y el compositor entrega su trabajo para una cantata. Pasados unos meses el musico busca a Swan y descubre que está usando sus temas sin permiso; así conoce y se enamora de Phoenix una de las muchas chicas que acuden a las audiciones de “El paraíso”. El compositor es sacado del camino y encarcelado con pruebas falsas en “Sing Sing”, tras una milagrosa fuga, y un desafortunado accidente en la fábrica del sello Death Records mientras huía de la policía, Winslow desaparece y es dado por muerto.
El esbirro dueño de Death Records Swan, emocionado con la música de Winslow, encontró el sonido que buscaba para su espectáculo definitivo, “El paraíso”. Los dos personajes hacen un contrato y el compositor entrega su trabajo para una cantata. Pasados unos meses el musico busca a Swan y descubre que está usando sus temas sin permiso; así conoce y se enamora de Phoenix una de las muchas chicas que acuden a las audiciones de “El paraíso”. El compositor es sacado del camino y encarcelado con pruebas falsas en “Sing Sing”, tras una milagrosa fuga, y un desafortunado accidente en la fábrica del sello Death Records mientras huía de la policía, Winslow desaparece y es dado por muerto.
De Palma nos presenta el retorno de Winslow como el fantasma del paraíso, transformado ahora en una especie de ser sobrenatural con traje oscuro y una máscara que esconde el rostro desfigurado, el cuál pretende sabotear “El paraíso” pero Swan vuelve a engañarle; promete situar a Phoenix como estrella principal. El fantasma vende su alma y sella el acuerdo con su propia sangre. De ahí en adelante, más música, crítica de los medios que se muestran tal como son: una vergonzosa herramienta de la sociedad, además un poco de consumo, melodrama barato, misterio, odio, asesinato, depravación, obsesión, desamor e inevitable tragedia.
Es una película exagerada, frenética y apasionada, que se disfruta plenamente a pesar de la estética de la época, un presupuesto escaso que no permitía derroches. Sin embargo El fantasma del paraíso es indudablemente una joya creada por Brian de Palma, que gracias a su espíritu musical, su audacia, su humor y su poderío visual. Deja fragmentos en la mente que no pueden olvidarse.
Actores Principales:
▪ Paul Williams (Swam)
▪ William Finley (Winslow Leach)
▪ Jessica Harper (Phoenix)
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